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EL PROGRAMA DE DETECCIÓN PRECOZ DE CÁNCER DE MAMAS Y CUELLO UTERINO DEL INSSSEP CREA CONCIENCIA

Dr. Carlos Delfor Ceballos Gerente Obra Social
12
OCT

Cada mes de octubre se realiza una campaña internacional para crear conciencia sobre el cáncer de mama y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos

Aunque no se sabe qué es lo que causa el cáncer de mama se reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de enfermar. Es decir, no hay única causa que la provoque, sino que es producto de diferentes factores de riesgo y de estilos de vida, así como también de una carga genética que predispone a la mujer a enfermar o no.

Factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama:

  • La edad: la predisposición a enfermar aumenta con la edad, en especial después de los 50 años.
  • Antecedentes personales de cáncer de mama.
  • Antecedentes en la familia de mujeres que hayan tenido cáncer de mama u ovario.
  • Tratamiento con radioterapia dirigida al pecho.
  • Tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona, luego de la menopausia.
  • Inicio de la menstruación a edad temprana o menopausia a edad tardía (después de los 55 años).
  • Edad avanzada en el momento del primer parto (después de los 30 años) o nunca haber tenido hijos.
  • Vida sedentaria.
  • Tomar alcohol (más de 2 copas de vino por día o equivalente1) Equivalencia: 350 cc. de cerveza, 44 cc. de whisky.

CÁNCER DE MAMA Y HERENCIA FAMILIAR

La gran mayoría de los casos de cáncer de mama son esporádicos, es decir, se dan en mujeres sin antecedentes familiares ni riesgo aumentado de tener la enfermedad. Sin embargo, un 5-10% de los casos es producido por mutaciones heredadas que se transmiten de padres a hijos y de generación en generación, originando los llamados síndromes de cáncer hereditario.

Existen dos genes, llamados BRCA1 y BRCA2, cuyas mutaciones confieren un riesgo aumentado de tener cáncer de mama y ovario en edad especialmente jóvenes.

Si una mujer posee una mutación heredada significa que es más susceptible de desarrollar cáncer de mama. No obstante, no quiere decir que necesariamente vaya a enfermar.  Muchas personas poseen mutaciones pero no desarrollan la enfermedad.

¿CÓMO SE DESARROLLA EL CÁNCER DE MAMA?

Los órganos que forman nuestro cuerpo están constituidos por células que normalmente crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Algunas veces este proceso se descontrola: células nuevas se forman cuando el cuerpo no las necesita, y células viejas o dañadas no mueren cuando deberían morir. Esto forma una masa de tejido que es lo que se conoce como tumor. Este tumor se puede desarrollar en distintas partes del tejido mamario.

Los tumores en la mama pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos):

  • En los tumores benignos las células crecen localmente y no se extienden a otras zonas.
  • En los tumores malignos las células invaden a los tejidos vecinos, entran en los vasos sanguíneos y pueden diseminarse por el organismo (proceso conocido como metastasis).

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS POR LOS QUE DEBERÍA CONSULTAR AL MÉDICO?

  • Bulto / nódulo palpable
  • Cambios en la textura o enrojecimiento de la piel de las mamas
  • Cambios en la textura y forma del pezón
  • Secreción o sangrado por pezón

 

LA MAMOGRAFÍA

La mamografía consiste en realizar una radiografía de las mamas. Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase temprana cuando todavía no presenta síntomas, es decir, la lesión no es palpable. De este modo, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.

El cáncer de mama tiene mayor incidencia a partir de los 40 años por eso se recomienda que todas

las mujeres a partir de esa edad se realicen un estudio mamográfico cada dos años junto a un examen

físico anual de las mamas por parte de un profesional de la salud.

Eso no quiere decir que mujeres más jóvenes no deban realizarse mamografías. La decisión debe

ser personalizada y de acuerdo a los antecedentes familiares de la enfermedad y factores de riesgo de cada mujer.

 

¿QUÉ DEBO SABER ANTES DE HACERME UNA MAMOGRAFÍA?

Cualquier intervención médica trae aparejadas ventajas y desventajas. La ventaja de la mamografía es que permite diagnosticar la enfermedad tempranamente y, de esta forma, ofrece más y mejores oportunidades de curación. En cuanto a las desventajas, existe la posibilidad de que una mamografía refleje la presencia de lesiones sospechosas que generan alarmas falsas que es lo que habitualmente se llama “falso positivo”. Los “falsos positivos” pueden hacer que los médicos tengan que realizar biopsias (es decir, extraer una pequeña parte del tejido de la mama) u otros estudios para confirmar o no la presencia de un cáncer. Algunas personas podrían pensar que es mejor realizar esa biopsia y quedarse tranquila al saber que no tenía un tumor maligno. Pero la realidad es que esta situación es frecuente especialmente en mujeres jóvenes, a quienes no se les recomienda realizarse estudios mamográficos porque tienen bajo riesgo de tener cáncer de mama.

Por eso, muchas veces, hacer estudios médicos cuando no son necesarios más que extremar la prevención actúan como lo contrario: generan estrés y preocupación, llevando a la mujer a someterse a intervenciones médicas evitables.

Por otro lado, también existen los “falsos negativos”, que son situaciones en las que hay un tumor, pero en la mamografía no se visualiza. Suele asociarse este problema a una calidad deficiente del estudio: por ejemplo, por cuestiones técnicas del equipo mamográfico.

Pero, muy eventualmente, aun con estudios de calidad óptima puede ocurrir que haya nódulos que no se vean de forma adecuada ya que se parecen mucho al tejido normal de la mama. Estos casos son excepcionales. No obstante, refuerzan la necesidad de acudir a una consulta médica si, al tiempo de hacerse la mamografía, aparece un síntoma de importancia.

Siempre, ante la presencia un síntoma que la mujer se detecta, es fundamental visitar al médico.

ECOGRAFÍA Y RESONANCIA MAGNÉTICA

Además de la mamografía, hay otros métodos de diagnóstico por imágenes, como la ecografía, la cual se usa en forma complementaria al estudio mamográfico, y la resonancia magnética que se emplea básicamente en mujeres con fuertes antecedentes familiares y mutaciones genéticas.

BIOPSIA

Ante la presencia de un nódulo, el médico puede realizar una biopsia, que consiste en la extracción (por medio de una aguja o bisturí) de una pequeña porción de tejido de la mama a fin de ver si se presentan células cancerosas y en tal caso, definir el tipo de cáncer presente.

Las biopsias pueden ser obtenidas mediante cirugías en quirófano donde se extrae toda la lesión o parte de ella. También pueden realizarse punciones con agujas a través de la piel.

 

TRATAMIENTOS

Las mujeres con diagnóstico de cáncer de mama tienen diversas opciones para tratar la enfermedad.

La terapia elegida dependerá de cada mujer en particular, su estado de salud, el tipo de tumor y otras cuestiones que el médico evalúa. Las opciones son: cirugía, radioterapia, hormonoterapia, quimioterapia y terapia molecular. La mayoría de las mujeres con cáncer de mama requieren el empleo de una estrategia terapéutica con varias de estas opciones.

La cirugía y la radioterapia son tipos de tratamiento local del cáncer de mama es decir, se elimina o destruye el tumor en la mama y/o los ganglios. En cambio, la hormonoterapia, la quimioterapia y la terapia molecular son tratamientos sistémicos lo que significa que la enfermedad se combate a en todo el cuerpo, a través de la sangre.

 

 

 

 

CIRUGÍA

Hay dos tipos de cirugía: radical o conservadora. La cirugía radical es la llamada mastectomía que consiste en extirpar toda la mama. En cambio, en la cirugía conservadora se extirpa el cáncer y parte de la mama; en este caso se acude a la tumorectomía o cuadrantectomía.

La decisión entre un tratamiento radical y otro conservador debe ser tomada por profesionales entrenados en cirugía mamaria.

Para tumores pequeños, la cirugía conservadora ofrece la misma posibilidad de curación que la mastectomía, pero es indispensable que las pacientes tengan acceso a radioterapia y a un seguimiento adecuado (con examen físico y mamografía) a fin de detectar aquellos casos donde el tumor vuelve a aparecer y así tratarlos a tiempo.

Además del tratamiento de la mama, deben estudiarse los ganglios de la axila para evaluar si contienen células malignas. El estudio de los ganglios axilares brinda información muy importante para el pronóstico y la decisión del tratamiento posterior a la cirugía.

RADIOTERAPIA

La radioterapia consiste en utilizar radiaciones ionizantes (rayos) para destruir las células tumorales.

Se acude a este método terapéutico para reducir el riesgo de que el cáncer aparezca nuevamente en la mama o en los ganglios, y contribuye a aumentar las posibilidades de curación.

Este tratamiento se realiza de lunes a viernes y dura aproximadamente seis semanas, en sesiones de 15 o 20 minutos. Suele pasar que la mujer deba trasladarse a otra ciudad para poder tratarse ya que muchas veces la radioterapia se realiza en grandes hospitales. Es por eso que, en caso de necesitar por este tipo de terapia, se deben planificar con antelación las cuestiones relativas al traslado. Mientras se lleva a cabo el tratamiento, la piel de la zona que recibe los rayos puede ponerse roja, seca, y puede picar. La mama puede sentirse pesada y tirante. Pero estas molestias se van con el paso del tiempo. Durante el tratamiento es aconsejable usar ropa suelta de algodón para no causar dolor en la piel. También debe tomarse precaución antes de usar desodorantes, lociones o cremas sobre el área irradiada. Una vez que finaliza el tratamiento, la piel se cura lentamente.

TRATAMIENTO SISTÉMICO

El tratamiento sistémico es la terapia en la que se usan medicamentos que se distribuyen por todo el cuerpo. Su objetivo varía según la situación de la paciente. Cuando se administra después de la cirugía se llama adyuvancia y busca eliminar células que puedan haberse diseminado antes del diagnóstico y disminuir las posibilidades de que el cáncer vuelva. A veces, se usa antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y hacer la operación más sencilla; esto se llama neoadyuvancia Cuando hay metástasis, se emplea para achicar su tamaño, los

síntomas que ellas ocasionan y mejorar la calidad y la expectativa de vida.

El tratamiento sistémico puede incluir: quimioterapia, hormonoterapia y/o terapia molecular.

 

HORMONOTERAPIA

Las hormonas del cuerpo (estrógenos y progesterona) actúan sobre las células de la mama provocando cambios en la mujer (crecimiento del tamaño de la mama en la pubertad, sensación de mama densa durante el período menstrual, etc.). y sucede que, en algunos casos, los tumores que se originan en las células mamarias tienen la capacidad de manifestarse por la presencia de esas hormonas.

Entonces, al momento de decidir un método para tratar el cáncer, se realiza un estudio donde se busca ver si el tumor tiene ‘receptores hormonales’, es decir dependen, en gran parte, de las hormonas. En el caso que sea así, se puede acudir a la hormonoterapia, que sirve para evitar que las células tumorales usen las hormonas del cuerpo para crecer. Para este tratamiento se suele usar una medicación llamada tamoxifeno. Es una pastilla que

se toma todos los días durante cinco años o más (dependiendo de cada situación). Puede ser utilizado por mujeres que han llegada a la menopausia o no. Puede provocar efectos adversos como golpes de calor flujo o sequedad vaginal. Otro tipo de medicación hormonal es el grupo de los inhibidores de la aromatasa, como anastrozol, letrozol y exemestano, que pueden ser usados en mujeres que ya no menstrúan. Estos medicamentos pueden provocar efectos adversos como dolores musculares, óseos y articulares.

QUIMIOTERAPIA

La quimioterapia se utiliza para destruir las células que componen el tumor, es decir para eliminar y evitar el crecimiento de las células tumorales. Se puede recibir tratamiento con un solo medicamento o con una combinación de dos o más. La vía de administración más frecuente es la intravenosa y, en algunos casos, la vía oral.

La quimioterapia puede administrarse en dos momentos: luego de la cirugía, para prevenir la aparición de metástasis; o como tratamiento inicial cuando lo que se busca es disminuir el tamaño del tumor.

En la quimioterapia se utilizan medicamentos que actúan esencialmente sobre las células tumorales, pero también inciden en las células normales. Por este motivo se producen algunos efectos secundarios.

Al actuar sobre las células de la sangre puede aumentar el riesgo de infecciones, moretones o sangrado y causar cansancio, por eso durante el tratamiento hay que tener especial cuidado. La quimioterapia puede actuar sobre las células del cabello provocando su caída. Pero esto es momentáneo, el pelo crecerá nuevamente al concluir el tratamiento. En lo que refiere al aparato digestivo se puede dar, náuseas y vómitos, diarrea e irritación

de la boca. Es importante aclarar que no todas las personas que recurren a la quimioterapia desarrollan

todos estos síntomas. Por lo general los síntomas desaparecen una vez finalizado el tratamiento.

 

TERAPIA MOLECULAR

Las células cancerosas tienen la capacidad de producir proteínas que les permiten dividirse e invadir otros tejidos. Una de estas proteínas es la denominada HER2. Cuando se encuentra en una cantidad muy alta en la superficie de la célula tumoral se dice que el tumor tiene sobreexpresión de HER2/neu. En estos casos, la mujer puede recibir terapia molecular, es decir, se le administra fármacos que actuan sobre las células tumorales que poseen esta proteína, impidiendo que ésta se reproduzca. El Trastuzumab, por ejemplo, bloquea la acción de sustancias que estimulan el crecimiento de células cancerosas. Esta droga se administra por la vena o con la quimioterapia. Los efectos adversos son mínimos ya que estos fármacos actúan sobre las células malignas

afectando poco a las sanas.

 

PARA TENER EN CUENTA

Un diagnóstico de cáncer es un acontecimiento que cambia la vida de una mujer. Es un momento

en el que afloran sentimientos fuertes producto del impacto de la noticia, las decisiones a tomar y la incertidumbre frente a lo venidero. Cuanto más temprano se detecte el cáncer, mejores son las opciones de curación, y aun cuando se descubre en estadios avanzados (cuando hay síntomas visibles), hay posibilidades

de tratarlo con éxito. Por eso, frente a un diagnóstico de cáncer, la mujer debe recibir toda la información que ella necesita, sobre el tratamiento y los cuidados que deberá tomar. Ella tiene derecho a ser informada

verazmente sobre la enfermedad y aclarar todas las dudas que tenga, o puede elegir no saber si así lo prefiere. Tiene derecho a ser escuchada y a ser atendida en su integridad, tanto en el aspecto médico como psicológico. También es importante que la mujer esté acompañada, tanto por el cuerpo médico como por sus familiares y amigos. Muchas veces, es útil la ayuda por parte de un/a terapeuta con quien pueda encontrar alivio. También es bueno que la mujer realice una actividad que le guste y la ayude a sentirse mejor: practicar alguna actividad física suave, leer, pintar, tejer, escuchar música o aprender algo nuevo. El tratamiento puede ser extenso e intenso y, en algunas instancias, puede volverse difícil de afrontar y puede generar angustia. Tiene que ver con el impacto que implica la enfermedad. Siempre es útil hablar de estas cuestiones y acudir a la ayuda de los profesionales de la salud y a personas cercanas para atenuar estos sentimientos.

La decisión sobre el tratamiento que la mujer realizará para curar la enfermedad (radioterapia, cirugía conservadora o mastectomía, etc.) deberá partir de un diálogo entre ella y el cuerpo médico y del consenso entre ambos. Esta decisión siempre debe ser en respeto de los valores de las pacientes, sus preferencias, sus derechos y necesidades.

 

En la Obra Social Provincial – INSSSEP – Juan B. Justo 480 – PLAN MATERNO INFANTIL Se otorga una Chequera Rosa para estudios ginecológicos gratuitos para las afiliadas mujeres, la misma consta de:

3 (TRES) CONSULTAS PARA ESPECIALISTA EN GINECOLOGIA

1 (UNA) ORDEN PARA REALIZARSE PAPANICOLAU (para entregar al Patólogo la muestra extraída)

1 (UNA) ORDEN PARA QUE LE REALICEN COLPOSCOPIA (estudio que lo realiza el Esp. En Ginecología)

1 (UNA) ORDEN PARA QUE REALICEN MAMOGRAFIA (para entregar en donde le realicen el estudio)

 PROGRAMA DE PREVENCION DE CANCER GINECOLOGICO y MAMARIO - Tiene vigencia desde el año 2010

 

Antecedentes de estudios realizados (mamografías) a través del INSSSEP

Año a año van aumentando la participación de las afiliadas mujeres con edad conveniente de realizarse estos estudios, el último análisis suministrados por el CENTRO INFORMATICO del INSSSEP, tomando como punto de partida la edad de 35 años en adelante hasta la edad de 98 años, los datos son los siguientes:

MUJERES CON MAMOGRAFÍAS

CANTIDAD DE MUJERES

PORCENTAJE DE AFILIADAS CON MAMOGRAFIAS REALIZADAS

 

14947

 

 

32075

 

47 %

 

En el análisis realizado los porcentajes más altos de concurrencia a realizarse estos estudios se da en afiliadas mujeres desde los 55 a los 66 años, estos datos tendrán que ver probablemente por mayor disponibilidad de horarios. Muchas veces las excusan están relacionadas con los momentos laborales o familiares en aquellas mujeres que están fuera de ese rango de edad. (“NO TENGO TIEMPO POR MI TRABAJO, POR MI CASA, POR MIS HIJOS,” ETC.)

Hay más: contra todas las recomendaciones, cuatro de cada diez mujeres mayores de 40 años no se hacen la mamografía anualmente. La institución cree firmemente que ninguna mujer debe morir a causa del cáncer de mama, por desconocimiento o desinformación y con ese fin lanzó la campaña de prevención en el año 2010, para empoderar a todas las mujeres con información sobre esta enfermedad.

Al llegar a los 85 años, una de cada ocho mujeres habrá sufrido cáncer de mama

Es que el 32% de las mujeres argentinas de entre 40 y 70 años nunca se hizo una mamografía. Esto sucede, en parte, porque cuanto más lejos se encuentran de los centros urbanos menor es el acceso a un diagnóstico de calidad. El equipamiento no es suficiente, ya que el 75% de los equipos del país son de tecnología antigua -analógicos-, y muchas mujeres carecen de recursos para trasladarse a las ciudades todas las veces que el sistema de salud requiere. Es decir, llegan tarde a un resultado que pueden obtener en 48 horas.

Desde la SAM -  Sociedad Argentina de Mastología - se recomienda una mamografía de base entre los 35 y los 37 años de edad en pacientes con exámenes clínicos normales sin antecedentes familiares de cáncer de mama. En pacientes con antecedentes fuertes (familiar directo, madre, hermana) se recomienda realizar la mamografía 10 años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano. Por lo general, es a los 30 años. Nuevas prioridades para abordar el cáncer de mama metastásico en la Argentina

 

Del mismo modo como el cáncer afecta su salud física, también puede ocasionar una amplia variedad de sentimientos que usted no acostumbra enfrentar. Asimismo, puede hacer que los sentimientos que se presentan parezcan más intensos. Estos sentimientos pueden cambiar a diario, cada hora o incluso cada minuto. Esto es cierto ya sea que usted esté actualmente en tratamiento, que lo haya terminado, o que se trate de un amigo o de un familiar. Todos estos sentimientos son normales.

NO OLVIDEMOS LOS ESTADOS EMOCIONALES DE LA PERSONAS CON ENFERMEDADES DE TODO TIPO

Prevenir, para detectar de manera temprana, detectar para tratar y tratar para curar.